REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Es el proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en Gran Bretaña y se extendió unas décadas después a gran parte de Europa occidental y Estados Unidos, e influenció en gran manera el desarrollo de los pueblos y aldeas, ya que éstas no tenían que depender de la mano de obra y escaséz de productos sino empezaron a depender de las grandes fábricas automatizadas y mecanizadas y una gran abundancia de productos. Durante este período se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano e industrializada.

El comercio se incrementó porque las fábricas aumentaron el volumen de la producción, lo que enriqueció a muchos y les dio oportunidad de trabajo a las grandes mayorías. Los trabajadores tenían mejores horarios laborales (8 a 10 horas) y gozaban de salarios más dignos, se crearon los sindicatos que favorecían los derechos de los trabajadores. Las fábricas se diversificaron y crearon líneas de producción, lo que también dio paso a nuevos productos elaborados mediante maquinaria, una fábrica podía producir variedad de mercancías. Muchos dueños de fábricas compraban maquinarias que producían insumos que antes se compraban a otros fabricantes. La tecnología ayudó a los empleados pero pronto también el uso de maquinaria exigió trabajadores tecnificados y mayores exigencias para los empleados.